"No había ninguna manera de evitar la agresión de la OTAN, puesto que tenía un significado geopolítico global para los agresores. Querían demostrar su fuerza en contra del derecho internacional y la ONU, para despejarse el terreno para la implementación de una estrategia de expansión militar al sureste", opinó Jovanovic.
"Por otro lado, necesitaban un precedente para poder globalizar el intervencionismo fuera del sistema de la ONU sin consultar al Consejo de Seguridad. Fue un intento de construir una base en los Balcanes para, como dicen, corregir el error del expresidente de EEUU y ex comandante supremo aliado durante la Segunda Guerra Mundial, y acercar sus bases a las fronteras occidentales de Rusia", destacó Jovanovic.
Las autoridades de Serbia estiman que aquellos 78 días de ataques aéreos se saldaron con unos 2.500 muertos, incluidos 89 niños, y 12.500 heridos, además de causar un daño material de 30.000 a 100.000 millones de dólares, según diversas evaluaciones.
También: La OTAN, ¿culpable del intento de 'genocidio con uranio' en Yugoslavia?