"Esperamos poder reivindicar sus derechos en un nuevo juicio ante un jurado que respetará su juramento", declaró su abogado defensor, Eduardo Balarezo.
Tras la condena contra el fundador del cartel de Sinaloa, el más poderoso del país latinoamericano, establecida por un jurado de Nueva York, EEUU, a principios de febrero pasado, los defensores alegan que varios miembros del jurado habrían visto las noticias sobre el caso a pesar de las recomendaciones de un juez federal de que no lo hicieran.
La petición para un nuevo juicio está contenida en un memorándum presentado ante el juez federal Brian Cogan, tras juicio que duró casi tres meses que terminó en condena y que podría acabar en junio con una condena a cadena perpetua.
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Los abogados solicitan una audiencia para determinar la certeza y magnitud de la presunta "conducta indebida" de los jurados.
Guzmán Loera fue condenado por los diez cargos de los que estaba acusado, incluyendo tráfico de narcóticos, utilizar armas de fuego para fomentar sus crímenes del narcotráfico y participar en una conspiración para lavar dinero.
En esas coberturas, los jurados podrían haberse enterando de enfoques "posiblemente tendenciosos" que no se presentaron en el proceso, lo que supondría prejuicios sobre el inculpado
Tras cinco días de deliberaciones, el 12 de febrero el jurado de Brooklyn, noreste de Nueva York, encontró que Guzmán es culpable de dirigir el cartel de Sinaloa, de traficar con droga procedente de Colombia, Ecuador, Panamá y el Triángulo Dorado de México (los estados norteños de Durango, Sinaloa y Chihuahua)
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Las ganancias de ese negocio podrían ascender a unos 14.000 millones de dólares.
La evidencia presentada en el juicio, incluye 50 testigos de los cuales 14 eran de la Fiscalía, la incautación de más de 130.000 kilos de cocaína y heroína, armas, registros financieros, mensajes de texto, videos, fotografías y escuchas legales.
El proceso puso al descubierto la extensa red de corrupción montada en México.
La defensa del narcotraficante señaló a las más altas autoridades mexicanas como supuestamente ligadas al negocio de las drogas ilegales; varios testigos dijeron que el Chapo había sobornado a los expresidentes Enrique Peña Nieto (2012-2018) y Felipe Calderón (2006-2012) que negaron las declaraciones.
Guzmán fue extraditado a EEUU a mediados de enero de 2017, se escapó dos veces de prisiones de alta seguridad en México, en 2001 —en un carro de ropa sucia— y en 2015 —por un túnel de 1.500 metros desde su celda—; fue recapturado la última vez en enero de 2016.
