Cuando se habla de la magnitud de la migración libanesa se destacan dos países: Brasil y Argentina. El primero cuenta con una comunidad gigantesca, cuyo número oscila, según varias estimaciones, entre cinco y siete millones de personas.
La segunda diáspora libanesa más grande en el mundo está en Argentina donde residen entre un millón y 3,5 millones entre migrantes y descendientes. El grupo es heterogéneo, al igual que el propio pueblo libanés, hay tanto cristianos maronitas como musulmanes, chiíes y suníes.
La mayoría de los que habitan Argentina son maronitas.
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Hoy en día, los libaneses residen mayormente en la ciudad y la provincia de Buenos Aires —más del 63%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos— y le siguen las provincias de Córdoba y Santa Fe.
Historia
Los primeros maronitas llegaron a Argentina junto con otros libaneses de otras confesiones a partir de los años 1870, relató en una entrevista con Sputnik Hannoun Andraos, más conocido como el padre Andrés de la Misión Libanesa Maronita en Buenos Aires.
La razón principal de la emigración fue la persecución constante por parte de las autoridades del Imperio otomano que controlaban el territorio del país en aquella época.
"Querían empezar una nueva vida. Guardaban esperanza de mejorar su situación económica, profesar libremente su religión y huir de las persecuciones políticas de todo tipo buscando la libertad de expresión", explicó.
En el Líbano otomano hubo casos de hambruna. Los ocupantes de la región, agregó, se apoderaban de las cosechas y obligaban a los hombres a servir en el Ejército turco.
La guerra civil en el Líbano que tuvo lugar entre 1975 y 1990 fue el conflicto que causó la mayor ola de migrantes allí. Aproximadamente, más de 250.000 de libaneses abandonaron su país.
Sin embargo, la inmigración libanesa no tomó rumbo a América Latina, sino a países como Canadá, Australia y a Estados Unidos. Por eso, según el entrevistado, no se puede decir que esta guerra influyó significativamente sobre la migración de los libaneses a Argentina y a América Latina en general.
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Actualidad
Desde 1901, la Misión Libanesa Maronita acompaña a los inmigrantes maronitas en Argentina. La misión tuvo muchas actividades con los inmigrantes del Líbano en el país latinoamericano, añadió.
A partir de 1997, la Misión Libanesa Maronita empezó a organizar grupos de descendientes que querían visitar el Líbano por primera vez. Al día de hoy, miles de personas ya han aprovechado la posibilidad de viajar y visitar el país.
En 2001 se inauguró la Catedral San Marón, un templo único en las Américas que fue construido con el estilo de la arquitectura libanesa y con piedras que fueron obtenidas de las montañas del Líbano.



Hay otras iglesias maronitas en Villa Lynch (provincia de Buenos Aires), Tucumán y en Mendoza. También existe en Buenos Aires el Colegio San Marón que empezó su actividad en 1902, es decir, es uno de los más antiguos de la capital argentina.
La comunidad argentina con ascendencia libanesa cuenta con un gran número de figuras eminentes. Hay políticos, empresarios, hombres de la cultura y el arte, entre otros profesionales destacados.
La lista de los descendientes de libaneses más famosos en Argentina incluye a muchos políticos como el exgobernador de la provincia del Neuquén Felipe Sapag, el gobernador de la provincia de Tucumán, Juan Luis Manzur, y el exsecretario de Relaciones Exteriores de la nación, Eduardo Zuain. También se destacan la actual primera dama, Juliana Awada, y el cómico Carlitos Balá.
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"Los maronitas que llegaron a Argentina recibieron una cálida bienvenida. Esto los incentivó a traer a sus familias e integrarse rápida y totalmente a todos los campos de la vida argentina", concluyó el padre Andrés.