El mandatario brasileño, que en los primeros días de abril realizó una extensa visita oficial a Israel, se comprometió a abrir una oficina de negocios en Jerusalén "para promover el comercio, la inversión, la tecnología y la innovación como una parte de su embajada en Israel", detalló un comunicado del Ministerio de Exteriores brasileño.
Aunque con esta decisión el líder de Brasil reconsideró sus planteamientos anteriores en los que indicaba que su Embajada en Israel se trasladaría a Jerusalén, la apertura de la oficina en la ciudad puede tener graves consecuencias para el país suramericano.
Pergoraro calificó la decisión de Brasil de instalar la oficina en Jerusalén "potencialmente desastrosa para el país".
Brasil es el mayor exportador de carne halal —apta para ser consumida por musulmanes— del mundo y podría sufrir retaliaciones económicas por parte de países árabes que apoyan a Palestina, tras la decisión brasileña que, en cierta medida, reconoce a Jerusalén como capital de Israel.
"[Los países árabes] pueden reducir drásticamente la importación de nuestra carne, una medida que sería terrible para la balanza comercial del país. Es una cuestión menos jurídica y más económica, matemática", comenta a Sputnik el profesor.
Según datos del Ministerio de Economía de Brasil, los países de Oriente Medio —excluyendo Israel— importaron de Brasil más de 14.000 millones de dólares en 2018. Israel, por su parte, importó 320 millones de dólares del país suramericano.
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