El presidente Tabaré Vázquez destituyó al ministro de Defensa y a tres generales, entre ellos el jefe del Ejército, en la peor crisis de las Fuerzas Armadas en la historia reciente, tras la revelación de las actas del Tribunal de Honor que evaluó la conducta de tres exoficiales condenados por asesinatos y torturas durante el Gobierno militar.
Según se desprende de las actas, Gavazzo reconoció ante el Tribunal que arrojó el cuerpo del tupamaro Roberto Gomensoro a las aguas del Río Negro en 1973. Sin embargo, el 15 de setiembre de 2018 se emitieron las sentencias, en las que se consideró que no había elementos para acreditar que los oficiales habían faltado a los códigos de honor de la institución militar.
El presidente Vázquez homologó las sentencias, pero dijo que no había leído los fallos.
"Lo grave es que los gobiernos que se fueron sucediendo desde la salida de la dictadura en 1985 hasta hoy en 2019, no hayan tenido la voluntad de modificar la forma en que se les transmite las ideas a los jóvenes oficiales", dijo a Telescopio el analista Julián González Guyer.
El experto en disciplina militar sostuvo que "los viejos coroneles" son los que forman a las nuevas generaciones y "van reproduciendo" la percepción que se tiene de la tortura, el homicidio y la desaparición forzada de personas.
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Óscar Urtasun, portavoz de la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, consideró que el presidente Vázquez "se ha rodeado de gente incapaz" y a su juicio es fundamental que se investiguen las declaraciones de los militares antes de darlas como ciertas.
"Con tal de salvar el pellejo son capaces de cualquier cosa" dijo Urtasun en relación a los militares.
José Gavazzo fue procesado en 2010 por la desaparición de Gomensoro.
Fue hallado responsable, junto con otros militares y policías, de 28 delitos de homicidio muy especialmente agravado, en reiteración real, cometidos durante la dictadura uruguaya entre 1973 y 1985.
