El 2 de abril, el presidente argelino, de 82 años de edad, que había estado ininterrumpidamente en el poder desde 1999, presentó su dimisión en virtud del artículo 102 de la Constitución.
"Hoy me he convertido en un ciudadano común y corriente, pero este hecho no me priva el derecho de estar orgulloso de la contribución en el desarrollo de Argelia, que entró en el siglo XXI en un estado mucho mejor que antes", dijo en un mensaje a la nación.
Buteflika subrayó que, durante su mandato de 20 años, el país avanzó en todos los ámbitos.
"Abandono la política, pero no temo por el futuro de mi país, estoy seguro de que podréis junto con los nuevos dirigentes seguir el rumbo de reformas, hacer todo lo posible para que nuestro país prospere aún más y permanezca igual de seguro", expresó.
Además, pidió perdón por sus errores, señalando que es "un simple humano".
Buteflika anunció en febrero pasado la intención de presentarse para una quinta reelección en los comicios presidenciales del 18 de abril, hecho que desató protestas masivas en el país.
Sus funciones las deberá asumir durante los tres próximos meses el presidente del Consejo de la Nación (Senado), Abdelkader Bensalah.
Ahora es el Parlamento argelino el que debe confirmar que el puesto de presidente se encuentra vacante, medida que resulta imprescindible para legitimar un gobierno de transición.
El 31 de marzo Buteflika designó a los ministros del nuevo gabinete.