"La actual coyuntura nos exige trabajar con realismo, conscientes de que enfrentamos dificultades adicionales que pueden agravarse", subrayó el mandatario ante los parlamentarios que sesionaron en comisiones de trabajo permanentes durante tres días.
"¿Qué es la (ley) Helms-Burton toda si no el bloqueo de 60 años convertido en ley? ¿Qué más pueden hacernos (EEUU) después de 60 años de persecución, agresión y amenazas?", enfatizó el mandatario.
En su discurso, el presidente cubano expresó que se trabaja con énfasis en examinar la formulación y avances del plan nacional de desarrollo económico-social hasta el 2030.
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"El análisis objetivo de las condiciones actuales del país y del entorno internacional, nos ha llevado a proponer una planificación de la economía en tres etapas, que van del 2019 al 2021, del 2022 al 2026, y del 2027 al 2030", precisó el mandatario.
"La crudeza del momento —agregó Díaz-Canel— nos exige establecer prioridades bien claras y definidas para no regresar a los difíciles momentos del Periodo Especial".
Esta etapa de triste recordación por la población cubana, tuvo su momento más álgido de 1991 a 1995, a consecuencia de la caída de la Unión Soviética y el campo socialista de Europa del este, y del bloqueo de EEUU a la isla.
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El presidente cubano reconoció además que en este momento, el país tiene como fortaleza y una economía más diversificada e insertada internacionalmente, un desarrollo del turismo y la industria biotecnológica.
También dispone —añadió— de mayores potencialidades para las exportaciones, superiores capacidades constructivas, redes hidráulicas, transporte y reservas en el ahorro y la sustitución de importaciones.
También instó a fortalecer la empresa estatal como mayor fuerza productiva de la isla, más autonomía en los municipios, y reclamó una batalla permanente contra la corrupción, las ilegalidades, y el fortalecimiento de las gestiones económicas privadas, siempre rindiéndole cuentas al pueblo.
El presidente cubano señaló como tareas fundamentales inmediatas la actualización del plan de la economía, la reorganización del comercio exterior, y como premisas insistir en fomentar el trabajo por cuenta propia (sector privado), el crecimiento del turismo y las inversiones extranjeras y la producción de alimentos, e incrementar la calidad en los servicios, el transporte y el abastecimiento de bienes de primera necesidad a la población.