"El título III no es peor que el I ni el II, que están en la cartera de acciones contra todo el pueblo de Cuba. Nadie va a arrebatarnos, ni por la seducción ni por la fuerza, la Patria que los padres nos ganaron de pie. Los cubanos no nos rendimos", expresó el mandatario cubano en Twitter.
La reacción del presidente de la isla fue en respuesta a las afirmaciones del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien anunció la puesta en vigor a partir del próximo 2 de mayo del título III de la Ley Helms-Burton, que permitirá a ciudadanos estadounidenses hacer reclamos judiciales de propiedades confiscadas en Cuba en los primeros años de la década de 1960.
Esta ley, también conocida como de la Libertad Cubana y Solidaridad Democrática, se identifica con los nombres de sus promotores, el senador republicano Jesse Helms, de Carolina del Norte, y el representante demócrata Dan Burton, de Illinois, en su momento presidentes de los Comité de Relaciones Exteriores del Senado y de la Cámara de Representantes, respectivamente.
El título III no es peor que el I ni el II, que están en la cartera de acciones contra todo el pueblo de #Cuba. Nadie va a arrebatarnos, ni por la seducción ni por la fuerza, “la Patria que los padres nos ganaron de pie”. Los cubanos no nos rendimos. #SomosCuba #SomosContinuidad pic.twitter.com/oiUIK6FeZi
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) 17 апреля 2019 г.
En sus títulos I y II, en vigor desde 1996, la ley Helms-Burton establece normas relativas al fortalecimiento del bloqueo económico comercial y financiero impuesto desde 1962 contra Cuba, que incluye sanciones a terceros países, y a una supuesta ayuda en caso del derrocamiento del actual gobierno de la isla y lo que consideran un futuro gobierno de transición.
En tanto, la aplicación del título III de la ley fue suspendida durante 23 años por todas las administraciones estadounidenses, y ha sido un tema clave en las discrepancias de Washington con la Unión Europea y otros países que tienen inversiones en la isla.
Según los críticos de la Helms-Burton, esta ley viola lo establecido en la Constitución de EEUU respecto al poder del presidente para conducir la política exterior, el principio de la libertad de financiamiento e inversión, y la subordinación de compañías subsidiarias a las leyes del país residente, y vulnera el respeto a la soberanía de los actos de otras naciones.
A su vez, agregan, viola el libre movimiento de personas en función del comercio, los tratados bilaterales sobre Protección de Inversiones y Tratados Comerciales Bilaterales con numerosos países, y el principio reconocido internacionalmente de que el dominio de una propiedad se establece de acuerdo a las leyes del país donde está localizada.
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Las autoridades cubanas ratificaron además que la ley es empleada por la Casa Blanca como forma de provocar un cambio de régimen mediante el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la isla hace más de medio siglo.
La aplicación de la Helms-Burton fue declarada ilícita, anticubana, inaplicable y sin valor ni efecto jurídico alguno, según establece la Ley 80 de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas, aprobada en 1996 por la Asamblea Nacional del Poder Popular.
