"El sábado (27 de abril) se reunirán en Colombia los embajadores de Juan Guaidó y yo tendré la honra de instalar esa reunión", dijo Trujillo ante la prensa en Bogotá, según declaraciones entregadas por su despacho.
El funcionario, sin embargo, no dio detalles de la hora y el lugar en el que se llevará a cabo el encuentro.
"Las dictaduras no se caen de un día para otro; las dictaduras se caen mediante la creación de las condiciones que conduzcan a que un día cualquiera un hecho se convierta en el detonante final de un proceso que naturalmente tiene que ir estructurándose", agregó Trujillo.
Por otra parte, Trujillo recordó que ya pasaron seis meses desde que Colombia denunció ante la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) el tratado constitutivo de ese organismo, por lo que decidió abandonar ese bloque e incentivar a otros países a que hicieran lo mismo.
"El proceso que se puso en marcha en virtud de consultas adelantadas con otros países y de la decisión que tomó Colombia ha conducido ya a que sean seis los países de Unasur los que han denunciado el tratado constitutivo, lo cual implica que poco a poco se avanza en la desaparición de ese organismo, lo cual, también, le abre una gran perspectiva hacia el futuro a Prosur", dijo Trujillo.
La crisis en Venezuela se agravó a partir del 5 de enero, cuando Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, parlamento unicameral en desacato desde 2016.
El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, el legislador se autoproclamó "presidente encargado" del país, apelando a un artículo de la Constitución que prevé la figura en caso de que exista un vacío de poder, pero no bajo el argumento de "usurpación del cargo", como él alegó.
Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que, según indicó, la oposición boicoteó, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
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Guaidó fue reconocido de inmediato por los Estados Unidos, a los que se sumaron unos 50 países, entre ellos Colombia, el principal aliado de Washington en la región y que de manera conjunta con éste lleva adelante una campaña internacional para cercar de manera diplomática y financiera a Maduro y así obligarlo a dejar el poder.
Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, mantienen su apoyo al Gobierno de Maduro.
