Unas 500 personas se manifestaron en la plaza Habima, en el corazón de la ciudad israelí que acoge el festival, para protestar contra la ocupación de los territorios palestinos, el bloqueo de Gaza y el intento de blanqueo de estas políticas que a su juicio supone la celebración de Eurovisión.
Cerca de ella, decenas de personas coreaban consignas contra la ocupación. "Un artista de Gaza ha dibujado esto, lo vi en Facebook y pensé que sería buena idea traerlo a esta protesta, ahora que se celebra Eurovisión, algo que tenemos que boicotear, y le pedí si lo podía imprimir", comenta Eitan Bornstein, mientras muestra un cartel en el que aparecen unos soldados israelíes cantando en un escenario que es una jaula para los palestinos. El artista gazatí es Ismail al Bozom.
"Es importante recordarles a los israelís y al mundo que el festival se celebra sobre Al Manshiya, un pueblo palestinos destruido por los israelís en 1948 (tras la creación del Estado de Israel). Tenía 13.000 habitantes antes de la Nakba (catástrofe en árabe, expulsión de más de 700.000 palestinos), de los que mil eran judíos. Ahora es un parque y se celebra esta fiesta (Eurovisión)", subraya Bornstein.
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Mañana, 15 de mayo, los palestinos recuerdan la Nakba, la expulsión y huída forzosa de más de 700.000 palestinos entre finales de 1947 y 1949.
La manifestación, que ha congregado a israelíes de todas las edades, estaba convocada por diversas organizaciones y entidades locales, entre ellas el partido Hadash, Combatants for Peace, Coalition of Woman for Peace —que agrupan a israelíes y palestinos— y la ONG de soldados veteranos Breaking the Silence (BTS).