"Por razones de mezquindad y nacionalismo terminan frustrándose las buenas relaciones entre Chile y Bolivia", afirmó Mirosevic.
En segundo lugar, la principal piedra de tope para mejorar las relaciones es el liderazgo del presidente Morales, según Mirosevic.
Bolivia presentó el 15 de mayo la dúplica de la demanda interpuesta por Chile en la Corte Internacional de Justicia en la disputa por las aguas del Silala, sumando un nuevo hito a la compleja relación que ambos países han desarrollado en las últimas décadas.
"Primero, se debe desjudicializar la relación, no tienen ningún sentido las demandas interpuestas por Bolivia en contra de Chile, y no tengo ninguna duda de que van a perder el caso del Silala (sudoeste de Bolivia), porque tienen muchos menos argumentos que con la demanda de salida al mar", dijo.
En segundo lugar, está la cuestión de Morales, según el diputado.
El presidente boliviano "ha tomado esta estrategia de judicializarlo todo y tiene las relaciones en este estado; Chile y Bolivia se están perdiendo oportunidades maravillosas para integrarse, como por ejemplo el proyecto del corredor bioceánico que podría traer beneficios para ambos, pero el presidente Morales frenó ese proyecto intencionalmente", señaló.
El diputado chileno agregó que "para que un acercamiento entre Chile y Bolivia sea posible, se requiere una renovación en el liderazgo de Bolivia, Morales es el principal responsable de que ambos países estén en el peor momento de sus relaciones en el último siglo".
El 6 de junio de 2016 Chile demandó a Bolivia ante la Corte Internacional y presentó su réplica el 15 de febrero de este año, argumentando que las aguas del Silala, que constituye un río, son internacionales.
Por su parte, Bolivia afirma que el Silala es un manantial que nace de capas subterráneas en su territorio, y asegura que sus aguas han sido canalizadas artificialmente para fluir hacia Chile.
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En octubre de 2018 la Corte Internacional de Justicia emitió su fallo de la demanda boliviana interpuesta en 2013, que reclamaba a Chile la obligación de negociar una salida soberana al océano Pacífico para Bolivia.
La Corte rechazó la existencia de esa obligación que reclamaba Bolivia.
