"El de América Latina es un mercado de productos militares muy importante, su volumen se estima en entre 40.000 y 50.000 millones de dólares de EEUU. La cartera de pedidos a las empresas rusas hoy por hoy es modesta en términos porcentuales, algo que tiene que ver con la naturaleza cíclica de las compras de armas por los países de la región, las limitaciones del financiamiento presupuestario, así como con la presión política y las sanciones por parte de EEUU y varios estados europeos", dijo el funcionario a Sputnik en vísperas del VII Salón Internacional de Tecnología para la Defensa y Prevención de Desastres (Sitdef) que arranca este 16 de mayo en Lima.
"En lo que va de nuestra cooperación, suministramos una cantidad importante de armas y equipos militares que engrosaron los arsenales de los ejércitos nacionales y las fuerzas del orden. Esto tiene que ver, en particular, con lo adaptables que son nuestros equipos a las condiciones climáticas de la región latinoamericana", apostilló.