"El Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado ya está funcionado y todo lo que se decomise se entregará a las comunidades pobres y marginadas del país (...), antes se le robaba al pueblo y se le entregaba a los corruptos", dijo el mandatario.
El IDPR es comparado por López Obrador con "Robin Hood", héroe medieval inglés que robaba riqueza mal habida para entregársela a los pobres.
Los pueblos beneficiarios están en el sureño estado de Oaxaca (sur), Santa María Zaniza y Santos Reyes Ocuná.
Los vehículos estaban en bodegas o se les daba un "uso discrecional".
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El titular de la nueva institución, Ricardo Rodríguez, explicó en la conferencia diaria del jefe del Ejecutivo que la primera subasta incluye un auto de lujo Lamborghini "Murciélago", dos Porsche, un Corvet, camionetas blindadas y tracto-camiones.
La segunda subasta "abierta a a martillo", sin restricciones, se ejecutará con paletas de concursantes que "los interesados deben adquirir sus bases de participación, que tienen un costo de 100 pesos (5 dólares)".
Saldrán a venta tres propiedades tiene un valor de 133 millones de pesos (7 millones de dólares), y ese monto servirá para financiar la llamada "Estrategia Nacional de Combate a las Adicciones".
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La tercera subasta incluye propiedades que la Presidencia tiene en zonas turísticas de playa en el puerto de Acapulco y la isla de Cozumel.
La tercera subasta programada contiene joyas decomisadas a la delincuencia organizada.
"Las joyas resguardadas en bóvedas no tenían un destino" y el monto recaudado también servirá para programas sociales en sierra del sureño estado de Guerrero, donde igual que Oaxaca tiene los municipios remotos más pobres del país.
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