¿Tienes un dolor de espalda frecuente que no parece tener una causa médica aparente? Puede deberse a que estás somatizando algún trauma de tu niñez o de una vida anterior. Este es uno de los conceptos detrás de la terapia regresiva, una técnica de autoconocimiento para liberar experiencias reprimidas.
“Mediante un estado de relajación profunda accedemos al estado alterado de conciencia donde el ser humano tiene almacenadas las memorias olvidadas o inconscientes”, señaló Florencia Nin, psicóloga y terapeuta regresiva.
Aclaró que no es lo mismo que la hipnosis, ya que con esta se llega a niveles aún más inconscientes. El paciente siempre está al tanto de lo que sucede a su alrededor y al despertar lo recuerda.
“Primero vamos a contenidos que están dentro de la adolescencia, que son las memorias más recientes que tenemos, después a la niñez, luego al vientre materno y finalmente a otras vidas. Lo que va vivenciando la persona es lo que se trabaja”, agregó Nin.
La terapia regresiva sirve para tratar síntomas de depresión, ansiedad, problemas de relacionamiento, fobias, duelos, dolores y enfermedades sin causa médica, entre otros. No se recomienda a embarazadas, niños ni personas con delirios o alucinaciones. En su consultorio las que más la practican son las mujeres de entre 20 y 50 años.