En los comicios participan los 28 países de la UE, entre ellos el Reino Unido, que al no concretar el Brexit, se vio obligado a ser parte de las novenas elecciones al Parlamento Europeo desde que comenzaron en 1979.
Una vez que se concrete el divorcio, los legisladores electos serán expulsados del Euro Parlamento, motivando una reestructuración de los 751 escaños, distribuidos proporcionalmente según la población de cada país.
Según las primeras proyecciones, en el Reino Unido el flamante Partido del Brexit del euroescéptico Nigel Farage superó ampliamente las otras propuestas y relegó a los históricos Partido Laborista y Conservador.
Pero en Holanda hubo sorpresa. Según las estimaciones difundidas, el Partido Laborista logró una victoria inesperada y ajustada con 18,1% de respaldo, por delante de los populistas de Thierry Boudet y los liberales del primer ministro Mark Rutte.
Lo ocurrido en ese país, que en su momento supo marcar tendencia en materia de nacionalismo y euroescepticismo, obliga a la mesura en cuanto a lo que pueda pasar en el resto de los países.
Consultado por Sputnik, el politólogo argentino Alfredo Buglioni cree que más allás de otras sorpresas que puedan darse, "va haber un crecimiento importante", de los sectores que encabezan el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, y la líder francesa Marine Le Pen.
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El experto, autor del libro 'La irrupción de los nacionalismos en Europa', considera que "al interior de los sectores de las familias de los partidos populares y los socialdemócratas va a haber una puja interesante con nuevas alianzas para plantear una nueva Unión Europea".
"Hay que entender definitivamente que el resurgimiento, la irrupción de estos nacionalismos es producto de las políticas neoliberales y de ajustes que vienen aplicando hace muchos años la UE en todos los países, y que lo ciudadanos han buscado mecanismos y expresiones políticas para poder plantear sus enojos", concluyó.
