"Hacemos un llamado a Estados Unidos y la Unión Europea a que cancelen las sanciones económicas contra Siria. Estas restricciones no contribuyen a resolver los apremiantes problemas humanitarios, sociales y económicos de Siria", dice una declaración conjunta emitida por los centros de coordinación interinstitucional de ambos países.
El documento deja constancia de que las sanciones dificultan la compra de equipos médicos, fármacos y precursores correspondientes, así como el suministro de maquinaria de construcción necesaria para el proceso de la restauración en Siria.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Tras la derrota del grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países), a finales de 2017, pasaron a primer plano la normalización de la situación política, la reconstrucción económica y el regreso de los refugiados a Siria.
