"El Grupo de Lima y el GIC coincidieron en la gravedad de la situación humanitaria, incluida la crisis migratoria, y se comprometieron a seguir suministrando asistencia humanitaria a la población venezolana y a los países vecinos afectados, en conformidad con los principios internacionalmente acordados", dice la declaración producida en la reunión en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
La declaración expresó apoyo al intento de diálogo patrocinado por Noruega entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro, aunque sin mencionarlo en forma directa.
Ambos grupos "confirmaron su compromiso con una transición pacífica que conduzca a elecciones limpias y justas. En este aspecto, expresaron su apoyo a todos los esfuerzos en marcha dirigidos a ese objetivo", dice la declaración.
Además, tanto el Grupo de Lima como el GIC reiteraron su apoyo a la "democráticamente elegida" Asamblea Nacional (parlamento unicameral de mayoría opositora) y subrayaron la necesidad de restaurar y respetar por completo sus facultades, así como la urgencia de liberar "a todos los presos políticos".
Tiene como principal objetivo promover una resolución pacífica y democrática de la crisis venezolana, principalmente a través de la celebración de elecciones presidenciales con observación internacional
El Grupo de Lima se conformó en 2017 por 12 países americanos para condenar la "ruptura institucional" en Venezuela, reclamar elecciones presidenciales y la liberación de los políticos presos.
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Lo integraron inicialmente Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, aunque México se retiró de ese ámbito luego de la asunción del presidente Andrés Manuel López Obrador.