El riesgo país superó una unidad con respecto al nivel registrado el 25 de abril pasado y llegó a su mayor valor desde febrero de 2014, debido a la frágil coyuntura de la economía local, en la que incide el elevado endeudamiento que arrastra Argentina con su principal acreedor, el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La cotización del peso es de 45,9 unidades por dólar, apenas una décima más que el pasado 31 de mayo, después de un mes en el que se mantuvo sin variaciones, de acuerdo al estatal Banco Nación.
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El Banco Central aprovechó esa reciente estabilidad cambiaria para descender de manera paulatina las altísimas tasas de interés que ofrece a siete días de plazo a las entidades bancarias por las Letras de Liquidez (Leliq), aunque su rendimiento anual todavía supera el 70%.
La crisis económica, que se desencadenó en abril de 2018 y que depreció la moneda local 113% desde entonces, llevó al Gobierno a pactar un crédito con el FMI por 56.300 millones de dólares.
Ese acuerdo lo comprometió este año a lograr el equilibrio fiscal primario (que no cuenta los intereses de deuda) y que se pretende conseguir con un estricto programa de ajuste.
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