Stratolaunch fue creada por el difunto cofundador de Microsoft, Paul Allen, y pertenece a su propia compañía inversora: Vulcan. Ahora, esta última entidad la dirige Jody Allen, la hermana de Paul, quien está sopesando la venta de Stratolaunch, informaron al medio Reuters dos fuentes familiarizadas con el asunto.
Previamente, en enero de 2019, Stratolaunch anunció que cesaría el desarrollo de los cohetes y sus motores, concentrando todos sus esfuerzos en la aeronave portadora.
Otro indicio de la posible finalización del proyecto son los cambios de recursos humanos que ha experimentado Stratolaunch en los últimos meses. Así, el medio destaca que en diciembre de 2018 la compañía contaba con 77 empleados, mientras que en abril de 2019 esa cifra se redujo a tan solo 21.
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El medio estudió los perfiles de la red profesional LinkedIn y resulta que en los últimos meses varios empleados de Stratolaunch pasaron a otras compañías aeroespaciales, incluida la Blue Origin.
Otra de las cuatro fuentes con las que contactó el medio dijo que la decisión de abandonar el proyecto fue tomada en 2018 por la hermana de Paul Allen, quien tomó el control de las compañías tras su muerte.
Jody Allen permitió que la aeronave volase una vez para honrar la memoria de su hermano y demostrar que tanto la aeronave como el prototipo podían funcionar.
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