"El régimen iraní no ha respetado la visita del primer ministro de Japón [Shinzo Abe] a Teherán y respondió a sus esfuerzos [diplomáticos] con ataques a dos petroleros, incluido uno japonés", dijo, citado por la agencia Reuters, en referencia a los ataques del 13 de junio.
El príncipe heredero saudí subrayó que "el reino no quiere una guerra en la región".
El 13 de junio se informó que dos barcos petroleros habían sido atacados en el golfo de Omán.
Según algunos datos, que no fueron confirmados oficialmente, los barcos fueron atacados con torpedos, lo que causó explosiones e incendio.
Equipos de rescate de Irán salvaron a 44 marineros de los dos buques, entre los que se encontrarían nacionales de Filipinas, Georgia y Rusia.
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El Mando Central de Estados Unidos (Centcom) apuntó a la implicación del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán en el ataque, y anunció el envío de un buque destructor, el USS Mason, al golfo de Omán tras el incidente.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó los ataques contra buques petroleros, pero sugirió no apresurarse a sacar conclusiones antes de que se aclaren las circunstancias.
El incidente ocurrió cerca del estrecho de Ormuz, que conecta el golfo de Omán con el Pérsico. Es una de las rutas de petróleo más importantes del mundo, por la que pasa más de un tercio del crudo transportado por vía marítima.
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