Después del uruguayo Óscar Tabárez, que ya lleva trece años al frente de la selección de su país, el argentino Ricardo Gareca es el entrenador sudamericano con un ciclo más consolidado al frente de un representativo nacional.
Gareca asumió la conducción técnica de Perú en 2015, con el objetivo de volver a colocar al país suramericano en una Copa del Mundo. Tuvo una buena preparación en las ediciones de la Copa América de 2015, cuando llegó a semifinales, y de 2016 y en 2017 logró obtener el pasaje a la máxima cita futbolística, disputada en Rusia.
Perú concurrió a Rusia con el deber cumplido y tuvo una respetable actuación: en un grupo difícil, cayó por mínima diferencia ante la Francia que sería campeona y con una Dinamarca complicada; y cerró su participación venciendo a Australia por 2 a 0.
El proyecto fue considerado exitoso y en 2018 Gareca renovó su contrato por cuatro años más. La Copa América de Brasil aparece como el primer desafío en que el entrenador argentino podrá demostrar que mantiene un proyecto a largo plazo.
Gareca confirmó su énfasis en la continuidad con la lista de convocados, al volver a apostar por algunos 'históricos' como el delantero Jefferson Farfán, del Lokomotiv Moscú; el volante Yoshimar Yotún del Cruz Azul mexicano o el lateral Luis Advíncula, del Rayo Vallecano.
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Por supuesto, el plantel se corona con la máxima figura del fútbol peruano actual: el delantero Paolo Guerrero, ariete del Internacional de Porto Alegre y máximo goleador histórico de la selección de Perú. A sus 35 años, el delantero se mantiene vigente, con 9 goles en 13 partidos de lo que va de la temporada en el equipo brasileño.
El plantel también incluye figuras más jóvenes pero ya con experiencia internacional como André Carrillo, extremo que juega en el Al-Hilal de Arabia Saudita, el mediocampista ofensivo Christian Cueva, actualmente en el Santos de Brasil, Edison Flores del Morelia Mexicano o Raúl Ruidíaz, del Seattle Sounders de EEUU.
La seriedad del proceso de Gareca y la respetable participación en la última Copa del Mundo le devolvió a Perú el prestigio internacional que había perdido en las últimas décadas. Prueba de ello fueron los amistosos contra las selecciones de Holanda y Alemania con las que Perú retomó la actividad tras el Mundial. Ambas fueron derrotas pero que confirmaron la buena imagen frente a los europeos.
Ya pensando en la Copa América, Gareca se concentró luego en la búsqueda de rivales americanos. El entrenador ensayó la base del equipo que ahora integra el plantel copero y buscando en Carrillo y Ruidíaz los eventuales herederos de Guerrero y Farfán en el futuro.
Nuestra @SeleccionPeru 🇵🇪 entrena en el Estadio Nilton Santos del @Botafogo con miras a su duelo frente a Bolivia por la @CopaAmerica. ⚽#ArribaPerú 💪 pic.twitter.com/kBiDNm132t
— Selección Peruana 🇵🇪 (@SeleccionPeru) June 17, 2019
La Copa América 2019 tendrá a Perú en el Grupo A, encabezado por el anfitrión Brasil, a quien enfrentará en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo para cerrar el grupo. Venezuela y Bolivia también integran el grupo, en partidos que llevarán a Perú por Porto Alegre y Rio de Janeiro.
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Al igual que muchos otros entrenadores, Gareca reveló que su objetivo principal en este momento es preparar al plantel para clasificar a la Copa del Mundo de Catar 2022. De todos modos, el plantel peruano está capacitado para pasar la primera fase y apuntar a igualar o superar los terceros puestos conseguidos en 2011 y 2015.
