"Si el Departamento de Estado no logra convencer a Pyongyang de que son serias sus intenciones de mejorar las relaciones con los norcoreanos, entonces ya en 2020 habrá escalada de tensión en torno a la península coreana", dijo.
Según Venedíktov, "la situación en torno a la península coreana sigue siendo uno de los problemas más serios de la seguridad internacional".
Además Vedeníktov afirmó que una serie de circunstancias reducen las posibilidades de una pronta solución del problema coreano.
En particular, argumentó que "las posibilidades de influir en Corea del Norte con las sanciones prácticamente se han agotado, en el arsenal de la comunidad internacional ya no quedan medios para responder al posible cese por parte de Pyongyang de la moratoria sobre la realización de pruebas de misiles y nucleares".
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Venedíktov también recordó que en EEUU comienza la fase activa de la campaña para las próximas presidenciales y "cualquier concesión en esfera de política exterior va a considerarse como pérdida de prestigio a ojos del elector".
"En tercer lugar, da la impresión de que el problema nuclear de la península coreana se usa como moneda de cambio para lograr otros objetivos en la región de Asia-Pacífico, lo que tampoco contribuye a solucionar las contradicciones acumuladas", agregó.
Sin embargo, el proceso de distensión en la península de Corea se atascó en los meses posteriores.
La segunda reunión entre los presidentes Trump y Kim, celebrada en Hanói el 27 y el 28 de febrero pasado, terminó de forma abrupta y sin un acuerdo, aunque las partes, según la Casa Blanca, quedaron en mantener más reuniones en el futuro.
