"¿Qué pasaría si los estadounidenses fueran asesinados? Eso lo cambiaría todo", citó un alto cargo de la administración, que pidió el anonimato, el comentario hecho por Pompeo en Bagdad, en mayo pasado. El secretario de Estado era consciente de que los líderes iraquíes transmitirían ese mensaje a Teherán.
Durante las últimas semanas, EEUU anunció el envío de importantes refuerzos militares a Oriente Medio, incluido un grupo de ataque con portaaviones, un destructor de misiles guiados, aviones de reconocimiento, bombarderos B-52, aviones de combate F-15 y sistemas de misiles Patriot.
El incremento de la presencia militar de EEUU en la zona tiene como objetivo contener a Irán y sus aliados a los que Washington acusa de realizar actos de sabotaje contra buques petroleros, particularmente los ataques del 12 de mayo cerca del puerto emiratí de Fuyaira y los del 13 de junio en el golfo de Omán.
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Las tensiones entre Washington y Teherán siguen en aumento desde mayo de 2018, tras la retirada unilateral de EEUU del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) y la imposición de varias baterías de sanciones contra Irán, a lo que este respondió un año más tarde con el abandono parcial de sus compromisos en el marco del acuerdo nuclear.