Con las tres selecciones suramericanas eliminadas (Brasil, Argentina y Chile), la Copa Mundial de fútbol femenino continúa dejando equipos por el camino y avanza hacia sus fases finales con los candidatos a ganar el título, como el local Francia, Alemania, EEUU, Países Bajos o Noruega.
Sin embargo, la edición 2019 del torneo está marcando un antes y un después para la categoría femenina del deporte más popular del mundo. Y no solo por los récords de audiencia y cobertura mediática, sino por la consolidación de algunos países que hasta hace poco no lograban competir de igual a igual.
En esa lista están las selecciones suramericanas pero también España, que llegó a Francia para participar de su segundo mundial. La edición de 2015 disputada en Canadá había sido el debut para el combinado español, que comenzó a competir oficialmente en 1983.
La primera ronda encontró a las españolas en el grupo B, junto a los difíciles combinados de Sudáfrica, Alemania y China. El primer encuentro resultó muy alentador para las jugadoras españolas, que vencieron 3-1 a Sudáfrica. La posterior derrota 0-1 con Alemania y el empate a 0 con las chinas no fueron tan positivos pero dieron al mundo una imagen de la seriedad del equipo ibérico.
La buena participación se consolidó en octavos de final, cuando el equipo enfrentó de igual a igual al actual campeón EEUU, que solo pudo anotar con dos tiros desde el punto penal.
📹Masivo recibimiento a la @SeFutboFem a su llegada a España tras el Mundial: "Hace años esto era impensable". 🇪🇸 @FIFAWWC #JugarLucharYGanar pic.twitter.com/sCeSmF887I
— Selección Española Femenina de Fútbol (@SeFutbolFem) June 25, 2019
Además, la 'roja' puso sobre canchas francesas a varias figuras interesantes. La delantera Jenni Hermoso o la defensa Irene Paredes son algunas de las estrellas con las que España llegó dispuesta a pisar fuerte. Pero en el transcurso del torneo descubrió a una joven promesa que ya da que hablar: Lucía García Córdoba.
Cuando lo das todo no estás obligado a más.. Orgullosa del trabajo de todo el equipo! Y por supuesto gracias a tod@s vosotr@s por estar siempre apoyándonos a pie de cañón! pic.twitter.com/tyScRbPX9P
— Lucía García (@Luciadelapola17) June 25, 2019
La delantera de 20 años se incorporó en los últimos meses a la selección mayor luego de brillar en el Athletic Club de Bilbao y haber participado de los representativos nacionales sub-17 y sub-20. Es la más joven del plantel que viajó a Francia y tuvo su bautismo en el minuto 46, cuando ingresó al campo de juego en sustitución de Amanda Sampedro.
A los 89 minutos, García encontró su momento más glorioso: aprovechó un balón largo de Virginia Torrecilla y, tras eludir a la portera sudafricana, convirtió su primer gol en un campeonato del mundo.
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La delantera volvió a entrar desde el banco en la derrota con Alemania y fue titular en el empate con China. Sus buenas actuaciones le valieron la titularidad en el encuentro decisivo frente a las norteamericanas y, a pesar de la eliminación, dejó a toda España repitiendo su nombre.
Un nombre que lleva desde que el 14 de julio de 1998, cuando nació en la ciudad de Barakaldo, País Vasco. Lucía es la única niña de los cuatrillizos que su madre parió ese día en el Hospital de Cruces.
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A diferencia de otras futbolistas, que lograron superar los prejuicios por el fútbol femenino apoyados por miembros de sus familias con pasados en el deporte, Lucía García no tenía ningún antecedente inspirador cercano.
De hecho, en una entrevista con el diario español La Razón, la presidenta del Real Oviedo femenino Beatriz Álvarez recordó la particular llegada de la niña a sus primeros entrenamientos.
"Un día se presentó en las instalaciones del Oviedo para hacer las pruebas. Le preguntamos si alguna vez había jugado al fútbol y nos dijo que no. ¿Ni siquiera en el pueblo o en el cole? ''En el pueblo es que somos muy pocos y a mis hermanos tampoco les gusta el fútbol", recordó la dirigente.
El sorprendente talento de la niña hizo que el club decidiera ficharla de inmediato. De todos modos, había cosas que enseñarle. En sus primeros partidos, ignoraba la existencia del 'fuera de juego' y permanecía todo el encuentro al costado del portero rival (un niño, ya que el Oviedo era el único equipo femenino de esa categoría).
La presidenta del Oviedo aún se muestra sorprendida cuando rememora los problemas de la familia de García para adaptarse a las exigencias de una vida deportiva. En efecto, los encargados del club debieron convencer a la mujer de que no podía darle pollo o Coca-Cola a la niña durante los entretiempos.
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En 2013, con 15 años, debutó profesionalmente en el primer equipo de Oviedo. A sus 18 años pasó al Athletic, el equipo más poderoso del País Vasco. Durante ese período no dejó de brillar en selecciones juveniles e integró los planteles que se consagraron en los torneos europeos sub-17 en Islandia 2015 y sub-19 de Irlanda del Norte 2017.