"Cuando estas amenazas comiencen a materializarse, probablemente tengamos que tomar medidas militares compensatorias", dijo el viceministro a la prensa.
El viceministro señaló que Moscú estudiará las medidas que tome la OTAN con respecto a Rusia y el Tratado INF.
Según el diplomático, fueron ellos quienes realizaron una política consciente para destruir el Tratado INF, primero acusando infundadamente a Rusia de violar este acuerdo, y luego usaron esta política como excusa para ampliar la presencia militar persiguiendo el plan de una mayor expansión de la OTAN en las regiones limítrofes con Rusia.
"Los intentos de la OTAN de presentar lo que está pasando como una respuesta política y militar a las acciones de Rusia es propaganda con elementos de desinformación de la opinión pública internacional", dijo.
Riabkov recordó que "en los últimos años, los países de la Alianza recurren a una política doble en las relaciones con Rusia: la disuasión que se combina con el diálogo sobre temas en los que los países de la OTAN quieren mantener ese diálogo".
El 25 de julio, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, dijo que la OTAN se vería obligada a responder con "medidas" si Rusia no vuelve a respetar el convenio.
Según Stoltenberg, Rusia tiene cinco semanas para "salvar el tratado", y si no lo hace, la respuesta "será defensiva, equilibrada y coordinada".
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Rusia también suspendió, en respuesta, su compromiso con el Tratado INF, dejando claro al mismo tiempo que no desea implicarse en la carrera armamentista, mantiene sus propuestas de desarme y esperará a que EEUU esté dispuesto a entablar las conversaciones al respecto.
El 30 de mayo, Putin presentó a la Asamblea Federal rusa el proyecto de ley para suspender el Tratado INF, que el 18 de junio pasado fue aprobado por la Duma de Estado (cámara baja).