"En función de esa conversación yo acabaré de decidir cuándo se convoca el pleno de investidura", explicó Batet en declaraciones a los medios de comunicación.
Por el momento, Pedro Sánchez no cuenta con los apoyos necesarios para ser investido pese a ser el claro vencedor de las elecciones generales del pasado 28 de abril.
Por otro lado, las negociaciones de Pedro Sánchez con su socio prioritario, la coalición de izquierdas Unidas Podemos se encuentran con el escollo de que estos últimos quieren entrar en el Gobierno, mientras que el PSOE quiere gobernar en solitario.
Aunque ambos acordaron recientemente trabajar para formar "un Gobierno de cooperación", las dos formaciones no se ponen de acuerdo sobre qué significa eso: el PSOE se limita a ofrecer a Unidas Podemos puestos de segunda fila en su administración mientras que los izquierdistas solicitan llevar el mando de varios ministerios.
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El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, mantuvo una reunión en La Moncloa con Pedro Sánchez en la que se constató la falta de acuerdo sobre la fórmula de Gobierno.
La número dos de Unidas Podemos, Irene Montero, afirmó este 26 de junio que, en esa reunión, Sánchez trasladó a Iglesias que buscará "el apoyo de la derecha" para ser investido.
"Nos apena que el presidente en funciones busque el apoyo de la derecha, que amenace con repetición electoral y quiera ir a una investidura fallida", dijo Montero.
El propio Pablo Iglesias insistió este 26 de junio en que no cederá sus votos a Sánchez si no hay "garantías" de que el Gobierno aplicará políticas sociales, algo que a su modo de ver solo ocurrirá si Unidas Podemos ocupa asientos en el Consejo de Ministros.
Por su parte, el PSOE dedicó reproches tanto a Unidas Podemos como a las formaciones de derechas por no allanar el camino a la investidura de Sánchez, sobre todo a la vista de que "no hay alternativa" por parte de ningún otro partido.
En opinión de José Luís Ábalos, secretario de organización del PSOE, ahora mismo la política española tiene solo dos opciones: "O gobierno socialista o bloqueo".
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El PSOE fue la formación más votada en las elecciones del pasado 28 de abril, en las que consiguió 123 de los 350 escaños que componen el Congreso de los Diputados, encargado de elegir al nuevo presidente del Gobierno.
Detrás del PSOE se situaron el Partido Popular (66 escaños), Ciudadanos (57), Unidas Podemos (42), Vox (24), Esquerra Republicana (15), Junts Per Catalunya (7), el Partido Nacionalista Vasco (6), EH Bildu (4), Coalición Canaria (2), Navarra Suma (2), Compromís (1) y Partido Regionalista Cántabro (1).
Para salir elegido Sánchez necesitará el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados (176) en la primera votación de la sesión de investidura.
En caso de fracasar, podrá ser investido en una segunda votación con una mayoría simple en la que el número de síes y abstenciones sea mayor que el de votos en contra.
Si dos meses después del primer intento de investir a Sánchez el Congreso de los Diputados sigue sin haber sido capaz de nombrar a un presidente para la nueva legislatura, se procederá a una repetición electoral, tal y como establece la Constitución Española para esa contingencia.
