"Estoy revisando cómo va el diálogo de Noruega porque quiero ratificar el compromiso del Gobierno revolucionario que presido, y de las fuerzas bolivarianas, chavistas en Venezuela con el diálogo de Noruega, con la construcción de una mesa permanente de diálogo y soluciones, ese el objetivo (…) puedo decir que eso va bien", indicó el jefe de Estado en una transmisión del canal estatal Venezolana de Televisión.
El pasado 16 de mayo se conoció que representantes del Gobierno y la oposición sostenían reuniones en Oslo, Noruega, con el objetivo de buscar una solución a la crisis política que enfrenta la nación caribeña desde comienzos del 2019.
De acuerdo a lo que se ha dado a conocer, en ese país hubo al menos dos encuentros.
Sin embargo, el líder opositor Juan Guaidó, quien en enero pasado se autoproclamó presidente encargado de Venezuela, y desconoció a Maduro, ha dicho que, por el momento, el sector que él representa no tienen previsto una nueva reunión con el Gobierno.
Por su parte, el mandatario venezolano insistió en que ese proceso está marchando dentro de lo esperado y destacó que cuenta con todo su apoyo.
"[El diálogo] cuenta con todo nuestro apoyo, en cualquier circunstancia todo nuestro apoyo a la mesa permanente de diálogo y soluciones con la ayuda de Noruega va avanzando", acotó.
No obstante, Maduro dijo que "hay una minoría violenta que está conspirando para ver cómo destruye con violencia armada la democracia y asalta el poder político", pero sostuvo que seguirá insistiendo en el diálogo.
Maduro fue desconocido entre enero y febrero por 54 países, que decidieron respaldar a Guaidó, quien no cuenta con apoyo de las instituciones venezolanas.
En los últimos seis meses, Venezuela ha enfrentado nuevas y duras sanciones del Gobierno de EEUU, quien califica al mandatario como ilegítimo y se han registrado masivas movilizaciones en su contra.
El pasado 30 de abril, un pequeño grupo de militares se alzó con el apoyo de Guaidó y otros parlamentarios.
Una vez la acción fracasó, la mayoría tuvo que pedir refugio en embajadas o asilo en países de la región para evitar ser judicializados, y el vicepresidente del Parlamento, Edgar Zambrano, fue detenido.
El pasado 26 de junio, el Gobierno desmanteló otro intento de golpe militar, que presuntamente iba a ejecutarse entre el 23 y 24 de julio, y detuvo a 14 personas entre ellas al capitán Rafael Acosta, quien fue objeto de torturas, denunció su defensa, y murió antes de ser sometido a juicio, caso por el que dos militares están detenidos.
El 5 de julio, luego de dos meses en los que las movilizaciones habían mermado, el Gobierno y la oposición volverán a las calles: los primeros para conmemorar el Día de la Declaración de la Independencia y los otros para exigir democracia, bajo el argumento de que se ha perdido.
