Se informó con anterioridad que en el ataque aéreo fallecieron 44 personas.
"Al menos 53 personas, incluidos seis niños, fallecieron, 130 resultaron heridas en el ataque aéreo contra un centro de detención de migrantes en la zona de Tajura", dice el comunicado.
Se añade que los rescatistas continúan recuperando los cuerpos de los escombros.
Por su parte, el Ejército Nacional Libio niega su implicación en el ataque, acusando a los grupos controlados por el Gobierno de Unidad Nacional de estar detrás del ataque.
El 3 de julio el enviado especial del secretario general de la ONU para Libia, Ghasan Salamé, calificó el ataque aéreo de un crimen de guerra.
Libia continúa sumida en una crisis desde el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011.
No obstante, este Ejecutivo no es considerado legítimo por la Cámara de Representantes, parlamento unicameral con sede en la ciudad de Tobruk (este), con un gobierno propio y apoyado por el Ejército de Haftar.
El pasado 4 de abril, Haftar ordenó una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de terroristas".
Tres días más tarde, las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional anunciaron la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.