El alto mando estadounidense usó el ejemplo de Rusia como posible agresor. Lo que es más, calificó al país euroasiático como "la amenaza nuclear más peligrosa", eso a pesar de que EEUU es el único país en la historia que ha empleado las armas nucleares contra otro Estado.
Goldfein dijo que en este hipotético caso él vería encenderse tres luces sobre su teléfono rojo y tendría que dar una serie de pasos de inmediato en colaboración con la OTAN.
Según él, los misiles balísticos intercontinentales tardan 20 minutos en llegar al espacio, así que los aviones estadounidenses tendrían suficiente tiempo para despegar e interceptarlos.
Después, se lanzaría un contraataque con todos los medios disponibles, que incluirían a "cazas, bombarderos, aviones cisternas, espacio, comando y control, ciberataques, etc".
El siguiente en recibir una llamada sería el General Terrence O’Shaughnessy del Comando Norte y el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial para preparar la defensa antimisiles en EEUU.
Al mismo tiempo se llevaría a cabo un ataque con submarinos nucleares que "lanzarían una destrucción masiva desde debajo del agua". Por último, Goldfein contactaría con el General John Hyten para planear un ataque nuclear disuasorio.
