El objetivo principal del nuevo proyecto de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés) es entrenar la inteligencia artificial para que pueda realizar tareas de combate aéreo cercano. Se trata de una situación conocida como 'dogfight' ('pelea de perros', en inglés), cuando los cazas se enfrentan dentro del rango visual y emplean armas de corto alcance.
El combate aéreo cercano es uno de los aspectos más complicados de la aviación militar, que exige la máxima concentración y excelente dominio del avión. Según los expertos, la inteligencia artificial (IA) le quitará muchas tareas al piloto, lo que le permitirá enfocarse en la situación de combate general. En DARPA creen que en el futuro el 'autopiloto de combate' reaccionará mucho más rápido que una persona en las circunstancias de un combate aéreo.
"Creemos en un futuro donde la IA realiza maniobras momentáneas durante el combate aéreo cerrado, manteniendo al piloto a salvo y más eficaz mientras coordina numerosos sistemas automáticos para conseguir mayor eficacia de combate", dijo el gerente de ACE, el teniente coronel Dan Javorsek.
ACE es parte de una gran investigación de la DARPA llamada 'guerra mosaica' ('mosaic warfare', en inglés) que busca formas de introducir la inteligencia artificial en las naves de combate y hacer una especie de mezcla entre los aviones pilotados y los drones. El programa creará una estructura jerárquica donde las funciones estratégicas estén en manos del propio piloto, mientras que la IA se ocupe de las funciones tácticas.
En el 2020 el Pentágono tiene previsto invertir 927 millones de dólares en el desarrollo e integración de la inteligencia artificial en el ámbito militar.