Tras sus 15 minutos de gloria al estelarizar los festejos del 4 de julio en Washington, a Trump le cayeron todas de una vez. El sábado, el periódico británico Daily Mail publicaba una filtración. Se trata de una serie de documentos que abarcan un periodo comprendido entre 2017 y la actualidad. Su autor: el embajador del Reino Unido en EEUU, Kim Darroch.
"Realmente no creemos que este gobierno vaya a convertirse en algo sustancialmente más normal, menos disfuncional, menos impredecible, menos dividido, y menos torpe diplomáticamente o menos inepto", escribió el diplomático.
No fue la única observación. Fue todo un rosario de piropos en los que Darroch derrochó flema británica. Describió los conflictos internos de la Casa Blanca como "peleas a cuchillo"; incidió en que Trump está "irradiando inseguridad" al llenar sus discursos con "declaraciones falsas y estadísticas inventadas" y que no está consiguiendo "casi nada" en términos de política interna.
Para el analista internacional Mariano Ciafardini esta situación "está marcando la profunda brecha interna que tiene el mundo occidental y el sistema capitalista puro y duro hacia sus adentros".
"Evidentemente hay grupos financieros poderosísimos a nivel internacional que no están prácticamente vinculados con ningún Estado en exclusiva, sino que flotan por el mundo y que tienen por ahí sus anclajes territoriales –pero son simplemente anclajes– en la City de Londres, en Wall Street, o en Hong Kong. Tienen sus oficinas en distintos lugares, pero sus intereses van más allá de los de cualquier país del mundo, inclusive de los más capitalistas y más desarrollados como EEUU", abunda el experto.
Ciafardini explica que esos intereses tienen contradicciones con Trump porque él representa intereses más locales de EEUU, de una burguesía norteamericana que ha ido quedando de lado en la estrategia de estos grandes grupos internacionales que están conformados por redes de bancos como el Citi Bank, el centro financiero BlackRock, o la misma banca de Rothschild.
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"Todos esos grupos tienen un modelo de mundo en el cual instalarían 'cities' financieras desde donde manejarían el planeta y le es indiferente si a un Estado-nación le va mejor o peor. Esta estrategia que representaban políticamente en EEUU [el expresidente Barack] Obama y Hillary Clinton, perdió en EEUU con Trump en las elecciones", señala el analista.
"Es evidente que toda la política de Occidente en general respecto de Irán, es de una altísima hipocresía y de una gran mentira", señala Ciafardini.
El experto cree que Irán nunca tuvo intenciones de enriquecer uranio con fines militares porque no lo necesita. "Lo que pasa es que ese pacto de por sí era injusto para Irán, que en aras de mantener la paz y evitar la desestabilización permanente del área geográfica a la que pertenece, aceptó firmarlo. No obstante haberse sometido Irán a una presión injusta, Trump rompe con el acuerdo porque evidentemente tiene algunos otros acuerdos nuevos que ha arreglado bajo cuerda con Israel, sobre todo a partir de las gestiones de su yerno [y asesor Jared Kushner] que es un sionista muy aliado a los sectores israelíes más belicistas", concluye Mariano Ciafardini.