En 2013, cuando Crimea formaba parte de Ucrania, cuatro museos de la península concedieron sus muestras para la exposición "Crimea: oro y secretos del Mar Negro", que se montó primero en Bonn y después en Ámsterdam.
Además de Crimea, en la exposición participó también el Museo de Valores Históricos de Kiev, filial del Museo Nacional de Historia de Ucrania.
La exposición incluía piezas únicas que antes nunca se exhibieron en Europa.
En Ámsterdam la exposición se inauguró el 6 de febrero de 2014, su cierre estaba previsto inicialmente para el 28 de mayo de 2014, pero la muestra se prolongó hasta el 31 de agosto de 2014.
En marzo de 2014, Crimea se escindió de Ucrania y volvió a ser parte de Rusia, tras un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96%, avalaron esta opción.
Crimea lo calificó como un intento de apropiarse de la colección.
La comisaria de la exposición, Valentina Mordvíntseva, del Instituto de Arqueología de Crimea, recordó que las autoridades holandesas garantizaron a los museos de Crimea la devolución de las muestras.
El 20 de agosto de 2014 se supo que la galería holandesa Allard Pierson decidió no entregar la colección del oro escita, ni a Ucrania ni a Crimea, en espera de un acuerdo entre las partes o de un dictamen judicial.
El 10 de septiembre de 2014 trascendió que de Ámsterdam a Kiev regresaron las muestras procedentes del Museo de Valores Históricos de Ucrania, pero las crimeas siguieron en sótanos de la gallería Allard Pierson.
Los intentos de solucionar el problema por vía extrajudicial, intercambiando cartas entre los museos, no dieron resultado.
Los museos crimeos no participan directamente en el proceso judicial, una compañía jurídica internacional representa sus intereses.
La parte rusa en este pleito aduce la convención sobre la inseparabilidad de las colecciones artísticas, concertada después de la II Guerra Mundial.
Según expertos, los museos de Crimea tienen tres argumentos de peso a favor de la recuperación de la colección: las muestras se descubrieron en Crimea, por arqueólogos propios y son exponentes de las culturas antiguas de la región.
La parte ucraniana, a su vez, señala que fue el Estado ucraniano el que autorizó la salida de estos valores del país y que Países Bajos le garantizó su devolución según los contratos formados con cada uno de los museos.
Además, las autoridades ucranianas esgrimen el argumento de que Crimea es territorio "provisionalmente ocupado" por Rusia.
En enero de 2017, los museos de Crimea interpusieron una apelación y contrataron a nuevos abogados.
El 11 de marzo de 2019, en Ámsterdam, empezó el proceso de estudio de esta apelación.
Los Museos de Crimea confían en que el dictamen sea justo y que se logre conservar los resultados de su trabajo de muchos años de formación de las respectivas colecciones.
Según el vicepresidente de la Asociación Internacional de Abogados del Habla Rusa, Mijaíl Ioffe, el asunto de pertenencia del oro escita desde el inicio mismo tuvo el carácter político, pero no jurídico.
El Ministerio de Cultura de Rusia, al comentar el dictamen inicial sobre la entrega de la colección a Ucrania, declaró que con eso se violan las normas del derecho internacional y los principios de los intercambios entre los museos e insistió en que los valores deben regresar a Crimea donde se descubrieron y se guardaron durante decenios.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia a su vez recalcó que el dictamen del Tribunal Distrital de Ámsterdam "pone cruz y raya sobre las ambiciones de La Haya de imponerse como la capital jurídica del mundo".