"Una modernización activa en diversos sectores, según nuestro pronóstico, podría traducirse en el recorte de hasta seis millones de empleos en Rusia a lo largo del próximo decenio", declaró Varlámov.
El director del IIDF agregó que "un radical cambio de funciones y requisitos laborales va a repercutir en otros 25 millones de empleos, lo que permite hablar de su fáctica desaparición".
"En términos porcentuales, entre el 60 y el 70% de los empleos se verán afectados por estos cambios en uno u otro grado", opinó.
Los empleos intelectuales de baja cualificación, por ejemplo, los concernientes a la administración técnica de la oficina, a juicio de Varlámov, están abocados a desaparecer del todo o en parte, dado que es posible robotizar hasta el 90% de las funciones.