"Nuestro país no cesará en sus esfuerzos para que los responsables del ataque se presenten en tribunales argentinos (...) El ataque a la AMIA no fue solo contra la comunidad judía de Buenos Aires, sino contra la democracia, la libertad y la sociedad argentina entera", dijo Faurie, según un comunicado de la cancillería.
Faurie consideró que la comunidad judía argentina es "símbolo particularmente activo e integrado de nación", que es parte "vital" de la vida social, cultural e industrial de este país.
"La Argentina siempre fue una sociedad en la que podemos expresarnos con libertad y respeto, donde la diversidad es pilar y motivo de unión en armonía; tenemos vasta experiencia en convivencia y diálogo interreligioso; no hay acto terrorista que pueda cambiar esto, pueden estar seguros de que seguiremos por este camino", señaló.
En el último cuarto de siglo, lo único que obtuvieron los familiares de las víctimas fue un enjuiciamiento y condena en primera instancia a quienes estuvieron encargados de investigar inicialmente el atentado.
El juicio que investigó el encubrimiento desde varios estamentos del Estado con el que se empantanó toda la investigación inicial del atentado, terminó en febrero con la condena de ocho de los 13 acusados en el expediente, entre ellos el juez responsable del primer y fallido proceso sobre el ataque, Juan José Galeano, y los por entonces fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia.