Hace 50 años EEUU y la Unión Soviética se encontraban en plena carrera espacial. En 1957 la URSS fue la primera potencia en poner en órbita un satélite artificial, el Sputnik, y en lanzar un animal al espacio, la perra Laika.
"Fue un gran desafío tecnológico colocar hombres en la Luna. Pero también significó un aporte científico importante por los estudios que se realizaron en la superficie lunar y con el material que se trajo a la Tierra de las misiones Apolo de la NASA y las Luna de la URSS", explicó el astrónomo uruguayo Gonzalo Tancredi.
¿Por qué no hemos vuelto desde 1972?
Para el entrevistado, las razones son tanto políticas como científicas. En primer lugar, se perdió el interés por demostrar poderío tecnológico entre las potencias y, en segundo lugar, al obtenerse suficientes materiales para estudiar al satélite durante varios años, no hubo necesidad de regresar.
Actualmente hay varios países interesados en volver a llevar humanos a la Luna. La NASA, por ejemplo, planea que una mujer pise por primera vez el suelo lunar en 2024, como parte de la misión Artemisa. Otras posibilidades incluyen la instalación de bases permanentes en su superficie.
"Hoy el desafío más grande es investigar si podemos hacer minería en la Luna o extraer agua presente en los fondos de los cráteres de los polos lunares", agregó Tancredi.
¿Podríamos en un futuro llegar a Marte?
Para el astrónomo uruguayo, es un desafío mucho mayor porque las personas tardarían meses o incluso años en llegar. Además, como este planeta tiene atmósfera, aterrizar sería más complicado que en la Luna. Según sus estimaciones, tardaremos más de dos décadas en conquistar el planeta rojo.