"El fiscal general William Barr ordenó al Buró Federal de Prisiones adoptar una adenda propuesta al Protocolo Federal de Ejecuciones, allanando el camino para que el Gobierno federal vuelva a aplicar la pena de muerte luego de un lapso de casi dos décadas y permitiendo que se haga justicia para las víctimas de los crímenes más horribles", dice un comunicado del Departamento de Justicia.
La última ejecución de un condenado por el sistema federal fue en 2003.
Barr dispuso que el Buró Federal de Prisiones fije las fechas de las primeras ejecuciones de cinco condenados por asesinato, y en algunos casos por torturas y violaciones, en diciembre.
"El Congreso autorizó expresamente la pena de muerte por ley aprobada por representantes del pueblo en ambas cámaras del Congreso y firmada por el presidente", dijo Barr.
La adenda al Protocolo Federal de Ejecuciones, similar a los que utilizan estados como Georgia, Misuri y Texas, reemplaza la inyección letal de tres fármacos que se empleaba previamente en ejecuciones federales por un solo fármaco, el pentobarbital.
"Desde 2014, 14 estados han usado pentobarbital en más de 200 ejecuciones, y las cortes federales, incluida la Corte Suprema, han establecido más de una vez que el uso de pentobarbital es de conformidad con la Octava Enmienda" que prohíbe los castigos crueles.
La senadora y candidata presidencial del Partido Demócrata, Kamala Harris, ex fiscal general de California y ex fiscal federal, criticó la decisión de Barr.
"Esta mañana, el Departamento de Justicia anunció que reanudaría las ejecuciones. Permítanme ser clara: la pena de muerte es inmoral y tiene muchos erores. Se ha ejecutado a demasiadas personas inocentes", dijo Harris.
Diecinueve de los 50 estados de EEUU han abolido la pena de muerte, según Amnistía Internacional.