Desde que comenzaron las negociaciones entre Moscú y Ankara a fines de 2016 y principios de 2017, Washington recurrió a la amenaza con sanciones como forma de disuasión, lo cual empeoró la relaciones entre ambos países y favoreció el diálogo con Rusia.
Para el doctor en Ciencias Sociales, Imanol Ortega, experto en política turca, hay que inscribir el capítulo de los S-400 en "una serie de conflictos que están haciendo una escalada de tensión". En este marco, el de los misiles es "otro ladrillo más en la pared".
Uno de los "ladrillos" que más importa a Turquía tiene que ver con el intento de Golpe de Estado del 15 y 16 de julio de 2016. "Turquía reclama al supuesto autor intelectual de la intentona golpista, Fethullah Gülen, y EEUU se niega a extraditarlo", recordó Ortega en diálogo con Sputnik.
En paralelo al deterioro del vínculo con Washington, las relaciones con la Unión Europea (UE) también se vieron afectadas. A tal punto que el 22 de julio el Gobierno turco suspendió definitivamente el acuerdo de readmisión de inmigrantes cerrado con el bloque comunitario en 2016.
"El nudo gordiano del proceso de adhesión turco a la UE es la isla de Chipre", explicó Ortega.
"De los 36 capítulos que son necesarios para adquirir el carácter comunitario, desde 2005 solamente se ha cerrado uno y de forma provisional. Al final creo que ese proceso de adhesión si no ha fracasado, ya está en decadencia total", agregó.
En sentido inverso a los desencuentros con Occidente, Turquía logró restablecer y potenciar las relaciones con Rusia luego de haber derribado un avión de ese origen en noviembre de 2015. En ese contexto que se da el negocio del sistema antiaéreo.
"Turquía es el segundo ejército más grande de la OTAN y es realmente una controversia mayúscula el hecho de que vaya virando poco a poco hacia Oriente y se vaya alejando de la UE y Occidente", apuntó el experto entrevistado.
"Hay que ver que uno de los principales objetivos de Turquía en su política exterior era sentarse en la mesa del poder", dijo Ortega, y opinó que con la compra de los S-400 dio una señal contundente en esa dirección. Al mismo tiempo sostuvo que Moscú también consolidó con este acuerdo una línea de acción en función de su visión de las relaciones internacionales.
"La política exterior de Rusia no solo con el tema de los misiles, sino también con el tema de Ucrania, de Siria (...) está poniendo todo lo necesario en la mesa para verlo como un contrincante real en este mundo multilateral", manifestó Ortega.