El detective alemán publicó en la página de su agencia privada Wifka una carta al Equipo de Investigación Conjunto (JIT, por sus siglas en inglés) y al fiscal neerlandés Fred Westerbeke donde dice que dispone de datos no incluidos en la investigación oficial y los quiere compartir en presencia de medios internacionales.
"Por motivos de seguridad consideramos imprescindible que los medios internacionales y los representantes de los países afectados asistan a nuestras declaraciones y la revelación de pruebas", escribió Resch en su carta.
Desde la Fiscalía de los Países Bajos llegó una respuesta dirigida al abogado de Resch.
Asimismo, la Fiscalía neerlandesa aconsejó a Resch recurrir con "su amplia gama de pruebas" al Ministerio Público de Alemania o, si desea entregar los datos al JIT, que lo haga a través de la página web oficial del ente.
A su vez, la Embajada de Rusia en La Haya declaró a Sputnik que la negativa de Países Bajos a tomar en cuenta los datos obtenidos por Resch confirma la opinión rusa sobre la parcialidad de la investigación del siniestro del MH17 llevada a cabo por el JIT.
La situación con Resch "reafirma que las conclusiones rusas al respecto [de la investigación] son acertadas", dijo la misión diplomática al señalar que la postura de Rusia, que cuestiona la imparcialidad, la independencia y el profesionalismo en la investigación del JIT, es bien sabida y no ha cambiado.
Resch investiga el derribo del MH17 desde 2014 a petición de un cliente, cuyo nombre no revela por las condiciones de privacidad estipuladas en el contrato.
En 2015 Resch informó de su investigación a la prensa alemana a la que le reveló las circunstancias de su encuentro con el informador, y en 2016, denunció en una entrevista con la revista Stern que recibe amenazas por teléfono.
El 17 de julio de 2014, el vuelo MH17 de la compañía Malaysia Airlines fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, zona convulsionada por los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y las milicias. Todos los ocupantes de la aeronave murieron.
En marzo pasado, el exagente de la inteligencia ucraniana Vasili Prózorov acusó a su Gobierno de estar involucrado en el derribo del vuelo MH17.
Una investigación llevada a cabo por Rusia estableció que el misil con el que fue derribado el vuelo MH17 pertenecía al Ejército ucraniano.
Pese a todo, el JIT, conformado por expertos de Países Bajos, Malasia, Australia, Bélgica y Ucrania, afirma que el misil supuestamente pertenecía al Ejército ruso y que había sido transportado previamente al territorio ucraniano, a un área bajo control de las milicias de Donbás.