No es El hombre invisible, pero es transparente. A BoJo [como se le conoce a Boris Johnson] se le ve venir de lejos: sus actos hablan en su nombre. Todo lo contrario a lo que se piensa y se dice de Trump, quien si bien está siendo fiel a sus 'principios' [léase propuestas], en reiteradas ocasiones sus acciones le han llevado a ser calificado como imprevisible.
Pero Johnson no puede ser más previsible, en arreglo a su fidelidad a los designios provenientes allende el Atlántico: por algo fue bendecido desde el minuto cero por Trump para ocupar el cargo de primer ministro, en uno de esos actos injerencistas que hacen historia.
Al referirse a Johnson, el Dr. en Historia y Dr. en Derecho José Luis Orella, afirma que estamos en presencia de un político británico que tiene las ideas claras acerca de que el futuro del Reino Unido pasa por compartir y mantener de forma activa sus relaciones con EEUU.
Y para demostrarlo, por si era necesario, uno de los primeros pasos acometidos por BoJo fue el de enviar el destructor al Golfo Pérsico en cumplimiento a los designios del 'hermano mayor' del Reino Unido. Una acción que está bajo el paraguas del rótulo 'garantizar el libre tránsito de los buques' en las aguas de esa región. Pero otras lecturas hablan de imposibilitar la salida a los mercados internacionales de petroleros persas.
No obstante, este toque a rebato estaría intentando ocultar una verdad que atormenta a una Marina Real, cuya única realidad es que se ahoga sin remedio. Algo que reconoció sin sonrojarse el ministro británico de Defensa, Tobias Ellwood: "Si pretendemos seguir desempeñando un papel importante en la escena internacional, hay que aumentar la financiación de nuestras fuerzas armadas, sobre todo de la Marina Real, […] que es demasiado pequeña para asegurar nuestros intereses en todo el mundo", según citó The Times.
"Los objetivos políticos [de Londres] deben ser respaldados por una Royal Navy, históricamente muy famosa pero que necesita enormes presupuestos" tras sufrir "unas políticas de recortes muy fuertes", señala el experto.
El profesor incide en que Reino Unido debe invertir fuertemente en armamento, no obstante llama la atención al papel de la OTAN.
"Los militares británicos estarán dispuestos a cumplir las órdenes del Gobierno, pero no a ir con armamentos que puedan plantear problemas a través de accidentes en la vida de sus soldados profesionales", concluye el Dr. José Luis Orella.
