Inicialmente, el portavoz de la Presidencia de Brasil, Otavio Rego, comunicó que Bolsonaro había rechazado encontrarse con Le Drian por razones de agenda, sin especificar el motivo. Poco después del horario previsto para el encuentro, sin embargo, el líder brasileño fue a cortarse el pelo, como él mismo evidenció durante una transmisión en directo para sus seguidores en las redes sociales.
Posteriormente, Bolsonaro dejó entrever que canceló la reunión tras enterarse de que el canciller francés se reuniría también con organizaciones no gubernamentales brasileñas en el marco de su visita.
"¿Qué vino a tratar con las ONG aquí? Cuando se habla de las ONG, ya salta una alerta en la cabeza de quien tiene un mínimo de juicio", subrayó el presidente en aquella ocasión.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo brasileño no ocultan sus diferencias, en particular respecto a las cuestiones ambientales. Para Christophe Ventura, experto en América Latina del Instituto francés de Asuntos Internacionales y Estratégicos (IRIS, por sus siglas en francés), el comportamiento del presidente de Brasil es, en cierta medida, una especie de venganza por las posturas pro-medioambientales galas.
"Fue una puesta en escena con el objetivo de enviar un mensaje político muy claro: manifestar el descontento de Jair Bolsonaro ante el Gobierno galo. Él ya había hablado del ministro Le Drian de manera poco halagadora en repetidas ocasiones. ¿De qué se trata entonces? Del acuerdo entre Unión Europea y Mercosur y luego, en términos más generales, de la cuestión ambiental, los antecedentes de lo ocurrido", afirmó Ventura a Sputnik.
El experto subrayó que a Bolsonaro no le gustó que Le Drian hiciera una gira sudamericana para promover el Acuerdo de París y recordar los compromisos asumidos por los signatarios del documento, entre los cuales se encuentra Brasil. Para Ventura, el presidente del país sudamericano lo tomó como "una presión de Francia sobre América del Sur".
La política medioambiental llevada a cabo por Bolsonaro podría amenazar la entrada en vigor del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur). Macron afirmó en repetidas ocasiones que no pactaría con países que no se comprometieran con el acuerdo parisino contra el calentamiento global.
Por su parte, el politólogo Paulo Velasco, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Estatal de Río de Janeiro e investigador del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri), reconoció que Bolsonaro "tiene tendencia a minimizar el calentamiento global", si bien señaló que Europa abusa a menudo del discurso ambientalista con fines políticos.
"Los países europeos siempre aprovechan cualquier brecha para tener algún tipo de poder de negociación con Brasil, para presionar al país a que haga o deje de hacer algo con intereses comerciales y económicos", afirmó Velasco a Sputnik.
El politólogo brasileño consideró, además, que la reacción al incidente por parte dos medios galos fue exagerada. Sin embargo, apuntó que la acción de Bolsonaro "afecta al diálogo de alto nivel" y que es "muy malo" que el presidente cancele en el último momento una reunión con el canciller de "un país de la magnitud de Francia".
"Francia es uno de los principales países que apoya oficialmente la solicitud de Brasil a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Francia es un socio histórico de Brasil en temas delicados", explicó Paulo Velasco, subrayando la cooperación de los países en los programas de submarinos brasileños.
Poco antes del incidente con el canciller francés, el presidente brasileño afirmó que "la sumisión de los jefes de Estado anteriores al primer mundo ya no existe más". Sin embargo, Ventura descartó la posibilidad de que el comportamiento de Bolsonaro se debiera a una posición antiimperialista del mandatario.
"Bolsonaro se complace en pronunciar palabras vacías (...) Esto no es lo que caracteriza que tiene una postura antiimperialista, por el contrario. Bolsonaro realizó una campaña electoral en la que no dejó de alabar a uno de sus ídolos: Donald Trump. Tan pronto como fue elegido, se apresuró a ir a Washington para reafirmar el realineamiento de la diplomacia brasileña con EEUU, hemos visto más antiimperialismo que eso en América Latina en los últimos años (...) En realidad, esa es una fórmula barata para ocultar el realineamiento del Brasil de Bolsonaro con los intereses de Washington", aseveró Ventura.
