"Dada la gravedad de la situación, apelamos a que España ofrezca un puerto seguro al menos a la embarcación de bandera española, Open Arms de manera inmediata", reza la carta.
CEAR recuerda en su carta que el Open Arms acumula ya 13 días con personas rescatadas a bordo mientras vaga en aguas internacionales sin un puerto seguro al que dirigirse.
"Ante la decisión por parte de los gobiernos de Italia y Malta de no dejar desembarcar a la totalidad de las personas rescatadas por esta embarcación, los líderes de la Unión Europea, parecen haberse cruzado de brazos, dando así aparentemente por buenas las decisiones de las autoridades italianas y maltesas", señala el escrito.
En opinión de la organización humanitaria —una de las más relevantes en el ámbito de las migraciones en España, con 40 años de historia a sus espaldas— la inacción de los países europeos "incumple las normas básicas del derecho internacional".
En consecuencia, CEAR pide que la Comisión Europea tome cartas en el asunto y reaccione "contundentemente" para ofrecer una solución.
"Situaciones como esta nos confirman la necesidad de implantar a nivel europeo un protocolo de desembarco seguro que evite que cualquier rescate en el Mar Mediterráneo convierta a las personas que tienen en Europa su última esperanza en una suerte imprevisible para quienes huyen del terror", prosigue el escrito.
La carta concluye afeando de forma personal a Pedro Sánchez su rechazo a recibir la embarcación del Open Arms.
En concreto, la carta recuerda que en su recientemente publicado libro de memorias, Pedro Sánchez se refiere a la recepción del barco Aquarius en el verano de 2018 como una decisión que salvó vidas y que "hace que valga la pena dedicarse a la política".
Por su parte, el fundador de la ONG española Open Arms, Óscar Camps, aseguró el 14 de agosto estar en contacto con la canciller alemana Angela Merkel y con el presidente francés Emannuel Macrón para buscar soluciones a la actual situación en el Mediterráneo mientras que el presidente español Pedro Sánchez no responde a sus contactos.
"Tengo contacto con Macron, con Merkel y con el presidente del Parlamento Europeo", dijo Camps en una entrevista concedida a la Cadena SER.
Actualmente, un barco de Open Arms se encuentra en aguas internacionales a la espera de que se le abra un puerto en algún lugar de Europa para desembarcar a 147 migrantes rescatados en el Mediterráneo.
Estas personas fueron rescatadas en tres operaciones de salvamento distintas durante las últimas semanas: una a pocas millas náuticas de Libia y las otras dos cerca de la zona maltesa de búsqueda y salvamento, que además se encuentra a poca distancia de la isla italiana de Lampedusa.
La mayor parte de las personas rescatadas llevan ya 13 días a bordo del barco.
Ante esa situación, los responsables del Open Arms pidieron asistencia a España, Francia y Alemania, los cuales, por el momento, no ofrecieron ninguna solución a su situación.
Pese a ser un barco de bandera española, Óscar Camps afirmó el 14 de agosto que el Gobierno español le negó la posibilidad de contactar directamente con Pedro Sánchez.
"Nosotros tenemos contacto con el Gobierno, pero no al nivel de Pedro Sánchez", explicó el fundador de Open Arms.
El responsable de la organización humanitaria explicó que "no es responsabilidad de España lo que pasa en el Mediterráneo Central", pero sí afeó a Sánchez que, ante el bloqueo de Italia y Malta, Madrid se haya desentendido de la protección de un barco tripulado por españoles.
A lo largo de la entrevista Camps criticó duramente a la Unión Europea y en especial a Malta e Italia, a los que acusó de saltarse el derecho internacional.
"A veces pienso que tenemos políticos antisistema, porque somos las organizaciones humanitarias las que están cumpliendo con el derecho marítimo internacional", señaló.
No obstante, tampoco descartó la adopción de vías alternativas si es necesario para proteger a las personas rescatadas, que actualmente están en una situación muy precaria, hacinadas en la cubierta de un barco prácticamente al límite de su capacidad.
Preguntado por si en algún momento el barco optará por desembarcar en Italia sin permiso, Camps insistió en que eso dependerá de las situaciones concretas que se den en las próximas fechas, por lo que descartó hacer ninguna predicción.
Pese a ello, señaló que "de la cárcel se sale pero del fondo del mar no", con lo que deja la puerta abierta a un desembarco sin permiso.