En una entrevista con el periódico gubernamental Rossiyskaya Gazeta, Jrámov afirmó que "para que las acusaciones infundadas de ciberataques parezcan legítimas, EEUU promueve una nueva estrategia: 'nombra y avergüenza' ('name and shame' en inglés)".
"El objetivo es obvio: legalizar la posibilidad de realizar no solo ataques informáticos, sino también operaciones militares contra países indeseables, incluso con el uso del arsenal nuclear", dijo.
El vicesecretario del Consejo de Seguridad ruso apuntó que EEUU "insiste en que un grupo de países puede de manera unilateral dictar sentencias de culpabilidad por ataques informáticos".
Además, indicó, EEUU suele recurrir a "la famosa tesis highly likely o altamente probable".
Jrámov lamentó que "Washington y sus aliados perciban el problema del uso seguro de las tecnologías informáticas y de comunicación desde el punto de vista geopolítico y sus intereses".
"A todos aquellos que no son sus aliados políticos se les presentan acusaciones de ataques informáticos," constató.
Agregó que EEUU y los países de su órbita entienden que es muy complicado identificar la fuente de un ciberataque.
"Coinciden en que se puede declarar culpable a cualquier país y, basándose en el derecho a autodefensa estipulado por la Carta de la ONU, abogan por poder tomar medidas de respuesta", dijo.
Competencia en el mercado informático
El vicesecretario del Consejo de Seguridad de Rusia también denunció la competencia desleal de EEUU en el mercado informático bajo el pretexto de ciberseguridad.
"Ahora, desafortunadamente, vemos cómo, bajo el pretexto de combatir las vulnerabilidades y los presuntos resquicios en los productos informáticos, se realiza una 'expulsión' explícita de la competencia", dijo en una entrevista con el periódico gubernamental Rossiyskaya Gazeta.
Agregó que "un buen ejemplo son las acciones de los estadounidenses contra la compañía china Huawei y la empresa rusa Kaspersky Lab con la aplicación de las sanciones económicas que se han puesto de moda".
Además Huawei figura en la lista de compañías con las que está prohibido hacer negocios con círculos empresariales de EEUU sin formalizar licencias.
Varias empresas tecnológicas de EEUU, entre ellas Intel, Qualcomm y Google, anunciaron la suspensión de suministros a Huawei.