El Sistema de Alerta de Deforestación (SAD) detectó 5.054 kilómetros cuadrados de deforestación, "eso corresponde a un aumento del 15% en comparación con el mismo periodo del calendario anterior (agosto de 2017 a julio de 2018)", informó Imazon en un comunicado.
El estado de Pará (norte) es el que registra más deforestación; tan solo en el municipio de Altamira en julio se destruyeron 128 kilómetros cuadrados.
El estudio muestra que los parques naturales y las reservas indígenas no escapan a los ataques de la deforestación ilegal.
En julio, la unidad de conservación Triunfo do Xingu perdió 82 kilómetros cuadrados, y las reservas indígenas Apyterewa, Trincheira Bacajá e Ituna/Itatá (todas ellas en Pará) también se vieron muy afectadas.
Los datos oficiales de deforestación en Brasil los elabora el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, que recientemente también aportó datos que evidencian un aumento de la deforestación.
El presidente Jair Bolsonaro y otros miembros del Gobierno descalificaron los datos, dijeron que eran erróneos y mentirosos y el director del Instituto de Investigaciones Espaciales, Ricardo Galvao, fue destituido.