Durante algún tiempo, Xinjiang ha estado plagado de terrorismo y extremismo religioso que representan una amenaza seria, consta en un libro blanco publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado.
"Abordando tanto los síntomas como las causas profundas e integrando las medidas preventivas con una respuesta contundente, Xinjiang ha establecido centros de educación y formación profesional de conformidad con la ley para evitar la propagación y propagación del terrorismo y el extremismo religioso, frenando efectivamente los frecuentes incidentes terroristas y protegiendo los derechos a la vida, la salud y el desarrollo de las personas de todos los grupos étnicos", afirma el libro blanco.
El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), en un informe publicado a finales de agosto de 2018, denunció que hasta un millón de uigures y otros musulmanes podrían estar en los llamados campos de reeducación a lo largo de la región de Xinjiang.
Según la Cancillería china, las conclusiones del CERD carecen de pruebas y no corresponden a la realidad.
El presidente del gobierno de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang, Shohrat Zakir, afirmó en una entrevista que el llamado "programa de educación y capacitación vocacional" busca erradicar el extremismo religioso y la infiltración de terroristas en la zona.