"Los altos mandos analizaron la situación en Siria en el contexto de la prevención de incidentes durante las operaciones contra los grupos terroristas", dice el comunicado.
La anterior conversación telefónica entre los dos altos cargos militares tuvo lugar el pasado 21 de agosto, durante la cual abordaron las relaciones entre Moscú y Washington en el ámbito militar.
El encuentro se centró en la situación en Siria, así como en la necesidad de continuar la cooperación respecto al país árabe.
El 31 de agosto a las 12.00 GMT dos aviones de la Fuerza Aérea de EEUU realizaron un ataque a un área entre las localidades de Maarrat Misrin y Kafr Haya, unas nueve horas después de que el Ejército de Siria declarara un alto el fuego unilateral en toda la zona de distensión de Idlib.
Según Washington, el bombardeo apuntaba contra un centro de mando de Al Qaeda (grupo terrorista prohibido en Rusia y otros países) que representaba una amenaza para la seguridad de ciudadanos estadounidenses.
El Ejército de Siria, a pesar de que los grupos armados aprovecharon el ataque estadounidense para abrir fuego, afirmó que mantiene la moratoria sobre las hostilidades en aras de una pronta normalización de la situación en Idlib.
Los militares del Centro Ruso para la Reconciliación en Siria denunciaron numerosas víctimas a causa del bombardeo estadounidense.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
En la provincia de Idlib, desde 2015 hay más de una docena de diferentes grupos armados, los mayores de ellos son la alianza de grupos rebeldes proturcos del Frente de Liberación Nacional y el grupo terrorista Frente al Nusra (prohibido también en Rusia).
Después, los generales Guerásimov y Dunford se reunieron el 4 de marzo en la ciudad austriaca de Viena y mantuvieron conversaciones sobre la situación en Siria, destacando la necesidad de continuar la cooperación respecto al país árabe.
