Políticos daneses se mofan de Trump y las redes explotan tras la polémica de Groenlandia

La decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de suspender una visita planificada a Dinamarca tras su negativa de venderle Groenlandia ha sido criticada por los políticos y motivo de burla del público escandinavo.

En declaraciones a los periodistas, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, se mostró sorprendida y desilusionada por la decisión de Trump, pero reiteró que Groenlandia, un territorio autónomo danés, no estaba en venta.

"Ha tenido lugar una discusión sobre una posible venta de Groenlandia. Esta ha sido rechazada por el primer ministro de Groenlandia, Kim Kielsen, y estoy totalmente de acuerdo con ese rechazo", afirmó Frederiksen, quien previamente había tachado de "absurda" la idea de semejante acuerdo.

Sin embargo, la mandataria agregó que la cancelación del viaje "no cambia el carácter de nuestras buenas relaciones y, por supuesto, continuaremos nuestro diálogo continuo" con EEUU, el país líder de la OTAN.

Más tarde, Trump tachó de "desagradable" la negativa de Frederiksen a considerar negociar la compra de la isla más grande del mundo.

"No fue una buena manera de hacerlo. Podría haber dicho que no, preferiríamos no hacerlo. No me está hablando a mí, está hablando con Estados Unidos de América. No pueden decir: '¡Qué absurdo!'", se quejó Trump.

No obstante, antes de cancelar su visita, el propio presidente de EEUU también ridiculizó a Groenlandia, publicando en las redes sociales una imagen manipulada de la isla con una torre Trump.

Una propuesta "profundamente insultante" para los políticos de Dinamarca

Al principio, la propuesta de Trump había suscitado la incredulidad y el humor de los políticos en Dinamarca. Incluso, el ex primer ministro Lars Lokke Rasmussen dijo que "debe ser una broma por el Día de los Inocentes". Pero la gracia cambió a desconcierto tras la decisión del presidente de EEUU de suspender la visita planificada para el 2 y 3 de septiembre.

La ex primer ministro Helle Thorning-Schmidt compartió en Twitter que los comentarios del presidente de Estados Unidos eran "profundamente insultantes para la gente de Groenlandia y Dinamarca".

​El líder del Partido Social Liberal, Morten Ostergaard, llegó más lejos y puso en tela de juicio la serenidad del mandatario norteamericano y la importancia de EEUU como aliado del reino escandinavo.

"La realidad trasciende la imaginación. Difícilmente puede haber alguien en el Departamento de Estado de EEUU que no haya podido decirle a Trump nuestra respuesta por adelantado. Una muestra de por qué deberíamos considerar a los países de la UE como nuestros mejores aliados. El hombre es impredecible", afirmó Ostergaard.

​Su colega de partido y parlamentaria Ida Auken publicó un vídeo en el que dijo que Groenlandia no está a la venta y trata de convencer a Trump, quien previamente criticó la energía eólica, de invertir más en esta fuente de energía renovable.

​Rasmus Jarlov, miembro del opositor Partido Conservador, dijo que Trump debería "mostrar más respeto, por favor", al tiempo que ironizó sobre la integridad territorial de EEUU.

"¿Se venden partes de Estados Unidos? ¿Alaska?", se preguntó.

​Tanto el líder actual del Partido Popular Danés, Kristian Thulesen Dahl, como la anterior, Pia Kjaersgaard, tampoco pudieron evitar pronunciarse sobre la idea de Trump. Thulesen Dahl describió el incidente como una "farsa", mientras que Kjaersgaard dijo que el comportamiento de Trump fue "grosero".

Las redes se unen a la polémica

Los usuarios de las redes sociales también se burlaron de la propuesta de Trump y su 'caprichosa' negativa de visitar Dinamarca.

"Su majestad la reina Margarita de Dinamarca consolando a un bebé llorón extranjero desconocido".

​Otra cuenta muestra una imagen manipulada con el globo bebé Trump, utilizada durante las protestas contra Trump en Londres a principios de este año, sobrevolando Groenlandia.

​Los usuarios de Twitter en los Países Bajos, mientras tanto, ofrecieron comprar Manhattan a Estados Unidos. La isla neoyorquina fue una vez el puesto comercial colonial holandés Nueva Ámsterdam que quedó bajo el control de los británicos en el siglo XVII.

Por supuesto, no pudieron faltar las comparaciones con la reventa de Alaska a Rusia, que una vez fue comprada por Washington. El exembajador de EEUU en Moscú, Michael McFaul, conosido por su posición anti Trump, no pudo faltar de recordárselo.

"Imagínese si Rusia ofreciera volver a comprar Alaska. Ningún estadounidense estaría argumentando que tal propuesta es interesante o divertida".