La tarea consistía en la retirada clandestina de dos submarinos de la estación base permanente.
Para ello, los cálculos de la protección radiológica, química y biológica provocaron una cortina de humo, y los soldados de la unidad de fuerzas especiales para combatir el sabotaje submarino lanzaron granadas preventivas en las aguas de la bahía de Krashenínnikov.
Los buceadores militares también buscaron y destruyeron los escondites submarinos de los saboteadores enemigos supuestos en el área acuática adyacente.
Al evento también asistieron dos submarinos de los proyectos 671 y 949A, los remolcadores, embarcaciones especiales y más de 50 militares.