Los tres cuerpos celestes, cuya masa supera entre 1,4 y 1,8 veces la de nuestro planeta, orbitan la estrella enana Gliese 1061 —el 20º astro más cercano al sol—. Uno de estos exoplanetas rocosos ha sido hallado en la zona habitable de la estrella que registra temperaturas adecuadas para la posible presencia de agua líquida en su superficie.
Los astrónomos pudieron descubrir todos estos objetos espaciales gracias al método basado en la medición de velocidad radial, que suele reflejar el movimiento de un objeto celeste en línea con nuestra vista. Este movimiento puede observarse como un pequeño cambio de color en la luz de una estrella. Esta no es la primera vez en la que astrónomos logran descubrir nuevos planetas con la ayuda de este método.
"Ahora estamos a un paso de realizar un censo de planetas rocosos en la vecindad del Sol", declaró el astrónomo Ignasi Ribas del Instituto de Ciencias Espaciales en Barcelona, y coautor del estudio.
