El comunicador estaba encarcelado desde el 15 de mayo de 2018, después de que ese país le acusara de alta traición y de apoyo a las milicias de Donbás, en un caso que ha sido muy repudiado por las autoridades rusas y los defensores de los derechos humanos de todo el mundo.
El propio Vishinski relacionó su liberación a la derrota de Petró Poroshenko en las elecciones presidenciales pasadas, en las que ganó Volodímir Zelenski, quien el 27 de agosto cumplió 100 días como mandatario del país.
"Ha dejado el poder el hombre que quería hacer que mi destino personal formara parte de su juego político", dijo el comunicador a Sputnik en su primera entrevista tras su liberación.
Las primeras reacciones a la liberación de Vishinski, editor del portal RIA Novosti Ukrania, vinieron de Rusia.
"Por el momento estamos muy felices por Kiril", escribió Simonián en su cuenta de Twitter.
Los Gobierno de Rusia, de Alemania, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la Federación Europea de Periodistas se congratularon de la salida de prisión del periodista.
"Saludamos esta decisión de la corte ucraniana", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, evitando dar una valoración a este hecho.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, declaró que Moscú espera "una absolución rápida y completa de todos los cargos fabricados" en contra de Vishinski.
La portavoz expresó su esperanza de que la liberación de Vishinski "sirva como punto de partida para rectificar la situación crítica de los medios y los periodistas en Ucrania y garantizar sus derechos".
La libertad de prensa en la mira
La libertad de prensa se ha estado deteriorando en Ucrania desde 2014 con el ascenso de las fuerzas nacionalistas.
Entre ellos, Oles Buziná, muerto a tiros frente a su casa en Kiev en 2015; el periodista del diario Sportanalytic Ígor Kostenko, asesinado en 2014 durante las protestas en la plaza Maidán de la capital ucraniana.
El 20 de julio de 2016 una bomba acabó con la vida del periodista Pavel Sheremet, quien llevaba unos diez años trabajando para una televisión rusa, y sus últimos cinco años vivió en Kiev colaborando con el periódico Ukrainskaya Pravda y la emisora Radio Vesti.
También el reportero del periódico Vesti Viacheslav Veremiy fue golpeado y asesinado a tiros por un grupo de personas en pleno centro de Kiev en 2014.
El de Vishinski ha sido un caso más de la extensa lista de violaciones a la libertad de prensa y los derechos de los periodistas en Ucrania. Su liberación no es solo una buena noticia para él y para el gremio, sino para el futuro de las relaciones entre ese país y Rusia, dos pueblos unidos por lazos históricos y de sangre y apartados por la política.