Se señala que el edificio penitenciario de varios pisos fue destruido por el bombardeo lanzado cuando se encontraban dentro aproximadamente 170 personas, de las cuales, al menos 40 resultaron heridas, mientras que se presume que los demás murieron, pero aún no se ha determinado el número exacto.
La organización reiteró a las partes beligerantes en Yemen la necesidad de evitar víctimas o heridos civiles, incluidos los que no participan en los enfrentamientos armados o están privados de libertad.
"La coordinación con las partes en conflicto durante sus operaciones militares es una parte importante de la labor del CICR, recordamos a los Estados y a otras partes en conflicto sus responsabilidades en este ámbito. Lo que les pasó a los prisioneros en las instalaciones que visitamos es espantoso, estas personas no deben ser olvidadas, y no lo serán", comentó el director para Oriente Medio del CICR, Fabrizio Carboni.
Anteriormente, los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá denunciaron que un bombardeo de la coalición liderada por Arabia Saudí contra el centro de reclusión provocó unos 60 muertos y 50 heridos, mientras que la Media Luna Roja de Yemen informó el 1 de septiembre de 86 muertos sin contar a decenas de cadáveres que en aquel momento se encontraban bajo los escombros de la prisión destruida.
Las autoridades yemeníes y el enviado especial del secretario general de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, instaron a que se llevara a cabo una investigación del ataque aéreo contra la cárcel.
Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente legítimo Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes hutíes.
En este conflicto el Gobierno cuenta con el apoyo de la coalición militar encabezada por Arabia Saudí, que incluye a Emiratos Árabes Unidos (EAU) y otros Estados árabes.
